La metodología BIM se ha vuelto imprescindible en los proyectos más diversos del sector AECO. También en el área de la ingeniería alimentaria, donde Building Information Modeling está dando pasos; muestra de ello es su presencia en los retos actuales de la cooperativa BonÀrea (www.bonarea.com), que apuesta por el trabajo colaborativo para la construcción de su nuevo centro de producción en Épila (Zaragoza).
Un proyecto de gran envergadura con el que la cooperativa alimentaria BonÀrea, que empezó su andadura en los años 50 bajo el nombre de Guissona, se marca el reto de seguir creciendo y abriendo tiendas, y mejorar los servicios de un trabajo que en la actualidad sacan adelante más de 4.000 profesionales de diferentes ramas que participan en todas las fases productivas de los productos alimentarios, impulsando un modelo de economía circular, sin necesidad de intermediarios, que se desarrolla bajo el lema de la empresa: ‘Directo del campo’.
El proyecto de construcción del centro de Épila es un paso más en la expansión de BonÀrea; un objetivo que, como señala el BIM Manager de la cooperativa, Jorge Oto, en una entrevista que forma parte de una nueva entrega de ‘AbiertoXObras’ que cada primer lunes de mes publica la consultora especializada Espacio BIM (www.espaciobim.com), persigue «mantener los estándares de calidad en los productos sin encarecerlos». El nuevo centro de producción se levanta en 180 hectáreas de terreno divididas en pequeñas parcelas destinadas a naves con usos diferentes y complementarios. Contempla una galería general, un túnel bajo tierra que va por debajo de las naves conectándolas de manera directa.
Construida ya la primera nave, destinada a talleres, actualmente se está terminando la nave de logística, que es el centro de todo el complejo y desde la cual se hará la distribución de todos los productos que se elaboran para su distribución en las diferentes tiendas de BonÀrea.
La presencia de BIM, metodología ya imprescindible en el quehacer de las constructoras, es clave en todo este proceso, desde la fase de anteproyecto a la de ejecución y mantenimiento.
Jorge Oto destaca en especial sus beneficios «en el empleo de los archivos e información» que entran en juego, «para poder mejorar los procesos de mantenimiento de todas las instalaciones». Así, en cuanto a la comunicación y el Entorno Común de Datos (CDE), la herramienta estrella es BIM 360, «ya que permite tener todos los archivos de cada proyecto guardados en la nube y, de esta manera, que todos los agentes que están involucrados puedan acceder en cualquier momento», cuenta el BIM Manager de BonÀrea. Para garantizar el buen uso de esta herramienta, una de las normas que han implementado es la ISO 19650.
Tal y como menciona Borja Sánchez Ortega, Director de Proyectos y Director del Máster BIM Manager Internacional de la mencionada Espacio BIM, «la ISO 19650 establece pautas para organizar la información en obras de edificación e ingeniería civil que utilizan BIM».
En cuanto a las herramientas de diseño, desde el principio se optó por Revit para concebir las naves del complejo, así como por AutoCAD y el programa Navisworks. Para medición de obra se usan Presto y Cost It, y para la fase de mantenimiento, un programa propio desarrollado junto con ATBIM que permite tener conectado el GMAO al modelo BIM.
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